[SALMO 1]
Seré como el árbol a la orilla del arroyo
Seré como el Árbol plantado a la Orilla del
Arroyo, que a su tiempo dé Frutos.
Y cuyas Hojas no se marchiten nunca y todo
cuanto emprenda tenga buen Fin. Porque yo soy tu Hijo, Tú me has engendrado, y si te lo pidiera hasta los Confines de la
Tierra me darías.
Para que pudiera regirlos con Cetro de Hierro o romperlos como Vasija de Alfarero.
Sirviéndote siempre con Temor y Temblor.
Porque Tú pones en mi Corazón mayor Alegría que la del Tiempo de buena Cosecha tanto de Trigo como de Vino y Aceite.
Y cuando me acuesto duermo en paz porque Tú me das toda Seguridad.
Al comienzo del día a la orilla del mar, de Jesús Ayet. Ed. Vitruvio. Número 309 de la Colección Baños del Carmen.
Publicamos una reseña crítica de este monumental obra en Ágora papeles de arte gramático
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