jueves, 19 de noviembre de 2009

Presentación de Benedicamus Domino de Ángela Reyes

El próximo viernes, 20 de Noviembre, se presentará la novela, Benedicamus Domino (Adoremos al Señor), de Ángela Reyes. El libro será presentado por Jaime Alejandre y Pablo Méndez. Benedicamus Domino, fue Premio de novela, Cuidad de Majadahonda. El acto se celebrará en la Sala Trovador, de la calle San José, a las 19: 00 horas.




De todo cuanto le ofrecí,
eligió un candelabro de tres brazos
que puso junto a la ventana
y cuya luz
hasta pudo matarle de tristeza.
En cambio, él me regaló el mirlo de las olas.
Aquél que más sabía de la hondura del mar
y los ríos internos que mecían sirenas.
Pero no las de Ulises,
sino viejas matronas de carne piedra pómez
tocadoras de viola.

A la caída de la tarde,
cantaba el mirlo y su tristura
cruzaba el puente de madera
y llegaba hasta al pueblo. Hay quien dice
que los embreadores de buques y planchones
acallaban sus voces en el bar
mientras cantaba el ave.
Cuentan también
que la hembra magnífica
del motel de la plaza,
la de ligas color ciruelo,
interrumpía el carnaval sexual
en su cama que olía a miel silvestre todo el año,
interrumpía el rito de desnudarse a media luz,
sobre la manta de sencillo nudo.

Todo quedaba por hacer, en cuanto el mirlo
trinaba su canción.



Poema incluido en el libro, No llores Poseidon, de Ángela Reyes. Ediciones Vitruvio, número 146 de la Colección Baños del Carmen.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Cancionero y romancero de ausencias, de Miguel Hernández

Ha salido ya a la venta la obra, Cancionero y romancero de ausencias, el poemario póstumo de Miguel Hernández y todo un referente en la poesía española del siglo pasado. Prologado por Alfonso Berrocal, con esta edición nos sumamos a la larga lista de homenajes que con motivo de su centenario se están realizando actualmente. Cancionero y romancero de ausencias es uno de esos libros inolvidables.



Nanas de la cebolla



La cebolla es escarcha
cerrada y pobre:
escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla:
hielo negro y escarcha
grande y redonda.

En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre.

Una mujer morena
resuelta en luna,
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete, niño,
que te traigo la luna
cuando es preciso.

Alondra de mi casa,
ríete mucho.
Es tu risa en tus ojos
la luz del mundo.
Ríete tanto
que mi alma al oírte
bata el espacio.

Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.

Es tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.

La carne aleteante,
súbito el párpado,
el vivir como nunca
coloreado. ¡Cuánto jilguero
se remonta, aletea,
desde tu cuerpo!

Desperté de ser niño:
nunca despiertes.
Triste llevo la boca:
ríete siempre.
Siempre en la cuna,
defendiendo la risa
pluma por pluma.

Ser de vuelo tan alto,
tan extendido,
que tu carne es el cielo
recién nacido.
¡Si yo pudiera
remontarme al origen
de tu carrera!

Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.

Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.

Vuela niño en la doble
luna del pecho:
él, triste de cebolla,
tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre.



Cancionero y romancero de ausencias, de Miguel Hernández. Ediciones Vitruvio. Número 200 de la Colección Baños del Carmen.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Presentación de Inevitable voz, de Milagros Salvador

El próximo viernes, 13 de noviembre, se presentará el libro, Inevitable voz, de Milagros Salvador. El libro será presentado por el poeta José Luis Nieto Aranda y será a las 19: 30 horas en La Casa del Libro de la calle Hermosilla, en el número 21.




Inevitable voz



Eres la voz que llegas
con acento de música a mi oído,
inevitablemente llegas,
como llega la lluvia que reposa
en el cuerpo esponjoso de la nube
con su mirada de promesa,
y llegas,
en idilio perfecto, desde el fondo del alma,
el don que nos define
desde la noche del principio,
buscando en el azul la respuesta al enigma,
y llegas,
con el fervor que adorna a las madres ausentes,
inevitablemente llegas,
como que llega la sangre a las heridas,
como el frío abrazando la nieve,
como llega la luz coronando la noche
con su color de sófora en la piel,
como llega el amor o el desengaño,
y así misma te creas y recreas,
la voz que nos renace, la palabra,
la inevitable voz que somos,
pues la raíz es siempre un gran misterio
que define la vida.



Inevitable voz, de Milagros Salvador. Ediciones Vitruvio. Número 202 de la Colección Baños del Carmen.