Desde Ediciones Vitruvio queremos mandar un mensaje de admiración hacia Ángel González y dar nuestro más sentido pésame a su familia y amigos. La poesía española contemporánea se queda sin uno de sus mejores exponentes. Escribo aquí, a modo de homenaje, uno de los poemas de Ángel González que más me gustan.
Aquí, Madrid, mil novecientos
cincuenta y cuatro: un hombre solo.
Un hombre lleno de febrero,
ávido de domingos luminosos,
caminando hacia marzo paso a paso,
hacia el marzo del viento y de los rojos
horizontes -y la reciente primavera
ya en la frontera del abril lluvioso...-
Aquí, Madrid, entre tanvías
y reflejos, un hombre: un hombre solo.
-Mas tarde vendrá mayo y luego junio
y después julio y, al final, agosto-.
Un hombre con un año para nada
delante de su hastío para todo.
Ángel Gonzláez
de Áspero mundo
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