Todos
los ahogados en el mar de las fronteras,
hermanos
de hermanos, beso de labio y pierna,
se
merecen una cruz en la pared blanca de nuestra casa.
*
Los
hijos escuchan las historias de los padres,
sus
torturas y terribles sacrificios.
En
su mirada arde la juventud de los mares
que
les empuja hacia el sol de la arena.
Los que caminan, de Laura Cancho. Ediciones Vitruvio, número 440 de
la Colección Baños del Carmen.
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