Blow up
Michelangelo Antonioni, 1966
El parque es una telaraña azul hecha de escarcha.
Nos protege de la invasión de la otra orilla, de lo
abierto del día, de lo oscuro.
Es una esponja que circunda la casa y absorbe
nuestras emanaciones: los olores a cama y a comida,
los portazos, las voces y hasta los pensamientos.
Lo archiva todo en las distintas ramas de los árboles
y desde allí nos miran perplejos nuestros manes y
lares y algunas alimañas.
No sirven los prismáticos para abarcar el parque, ni
menos para verlo: son un medio de elipsis conveniente.
O la mosca atrapada entre las dos ventanas, o más allá
la noche, las fogatas salvajes.
Michelangelo Antonioni, 1966
El parque es una telaraña azul hecha de escarcha.
Nos protege de la invasión de la otra orilla, de lo
abierto del día, de lo oscuro.
Es una esponja que circunda la casa y absorbe
nuestras emanaciones: los olores a cama y a comida,
los portazos, las voces y hasta los pensamientos.
Lo archiva todo en las distintas ramas de los árboles
y desde allí nos miran perplejos nuestros manes y
lares y algunas alimañas.
No sirven los prismáticos para abarcar el parque, ni
menos para verlo: son un medio de elipsis conveniente.
O la mosca atrapada entre las dos ventanas, o más allá
la noche, las fogatas salvajes.
Del amor incontable, de María Elena Blanco, número 163 de la colección Baños del Carmen. Ediciones Vitruvio.
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