pez era
Entre su deseo
y lo que podía tener
se interponía,
como una pecera transparente,
la realidad.
La realidad es un falso techo,
tras el que se esconde el recuerdo.
Y el agua un medio irrespirable
que una vez fue mi casa.
Deseaba que le atrapase la riada
dejarse llevar.
Quería ver,
los restos de su vida
navegando hacia la mar.
Mi deseo es mejor no desear.
Deja que la realidad te transporte
hasta donde te quiera llevar.
Y se creyó primera persona
de su personal historia.
Ensayando su inocencia
con la gente
y con las cosas.
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