El próximo martes 17 de febrero presentaremos
Trilogía Cabarna, de José Luis Molina
que será presentado por Serafín Piñeiro, y Francisco Jodar Alonso (Alcalde de Lorca), en el
Centro Cultural de la Ciudad, Calle Presbítero Emilio García, nº 5 a las 20: 00
horas, en Lorca (Murcia).
Hoy, que llegaba tarde...
Tranquilos, lentos,
fueron los vientos de ayer
y no molestaron a las
hierbas del jardín
acostumbradas a la
fuerza del cansino lebeche.
No cayeron sobre la
maleza los leves tiestos
de barro artesano con
sus geranios de colores
ambiguos, modestos. Ni
siquiera atacaron
los ecos del bucinador
Eolo los verdes tallos
de las trepadoras que
enmarcan el silencio
de las ventanas que
fueron ojivales, pétreas.
Así embellecidas, son
lugar para emotiva
contemplación –en ese
clis en el que ocurre
el vuelo de un ángel
hasta el trasmonte–,
de cuanto se hace
lejanía con la rapidez
del pensamiento
abstraído y solemne
hasta el último acebuche
de la colina
que llega como último
sueño de hojalata,
hasta el borde mismo del
horizonte pleno
de calima que arrulla su
alma casi a cada
instante. No es lugar casual
sino ocupado
a propósito, por la
belleza del paisaje evocado,
para revivir desde él,
con el aliento de la leche
recién hervida y el pan
de harina heñido
con la voluntad del amor
al buen gusto, gesto
de tradición inmemorial,
todo cuanto es ido,
cuanto fue ocasión de
despedida, desde que
la mirada se escapaba
por el marco y ganaba
altura en tanto la
soledad era personal ganancia.
¿Cuántos antepasados
habitantes de la casona
miraron un mismo paisaje
hoy deteriorado,
escasamente habitual?
¿Fue, acaso, lugar de
adioses forzosos de la
castellana, de la dueña
de la cosecha, de algún
amor nunca regresado?
¿Le llegó alguna vez su
canto lejano, triste,
sanguinolento? Fue
alcanzado por la última,
cuya herida mata, y
quedó insepulto bajo la
encina de los solitarios
suspiros. ¿Dónde será
la joven bella de
cobrizos rizos sonoros que
lo esperó más allá de la
noche, más allá del
delirio, más allá del
deliquio postrimero?
Los vientos de levante
han alterado la fachada
de la cálida mansión
falta de las manos
de un dueño amoroso. Es
el tiempo el culpable
de su ruinoso aspecto
histórico. Sin embargo,
posee el atractivo mismo
de la flor condenada
a morir en un violetero
azul púrpura que adorna
el secreter de aquella
que fue amor y ahora
sólo recuerdo,
nostalgia, melancolía.
Todo esto ocurre en mi
mente mientras camino
porque llego tarde al
esclavizador trabajo
de cada día, de cada
hora, conociendo
que la última mata,
acaba con todo
incluida la breve
historia que uno se cuenta
mientras amanece, si no
tristeza,
sí una llovizna que
entorpece el paso.
Trilogía Cabarna, de
José Luis Molina. Ediciones Vitruvio, número 475 de la Colección Baños del
Carmen.