El próximo Jueves 26 de mayo presentaremos Antología poética Hispano Chilena del siglo XX de Justo Jorge Padrón, antología en dos tomos compuesta por los autores más destacados del siglo veinte en España y Chile, será presentado por Carlos Franz, Antonio Skármeta y Justo Jorge Padrón, en la Casa Central de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Aula Magna José Manuel Irarrázabal, avenida Libertad Bernardo Ohggins, nº 340 de Santiago de Chile a las 13: 30.
MAREA
Aunque al sesgo
da el sol en mis ergástulas,
si recordar al
hombre fuese dado
la poterna mis
tercios abrirían
a la caballería
de los años.
Como el mendigo
que se sabe inerme
y a la mañana
ofrenda sus pingajos,
farandul de los
sueños desvividos,
mi vida brindo al
eco mercenario.
¡Ascended,
pleamares del recuerdo!
¡La cancela
cedió, el rastrillo, franco,
vuestra irrupción
aguarda, vulnerable,
dispuesto, libre,
como altar de sándalo!
¿Y no habréis de
venir? ¿Por tan mezquina
reputaréis el
arca de mis pasos?
¿Tan deleznables
mis cruceros juzgas,
oh Tasador del
hombre, en tus estrados?
Nunca creí ser
menos que profeta.
Otros serán,
espejo, tus oráculos.
Errado anduve.
¡Retén la queja, corta
a cercén las
cariátides del llanto!
Ofrecido el vivir
al hombre fuera
y aún fuera
injuria por inútil darlo.
Pues ¿qué este
parque significa, estos
racimos en agraz
qué son, al cabo?
¿De qué nocturna
especie, de qué rara
conjuración dan
fe, de qué milagro?
Tal los escudos
del otoño ciegan
a quien perdió la
brújula del canto.
¡Aberración del
paria en sus letrinas!
¿Tal será, pues,
el ciclo de mi caso?
No vine aquí,
tenedlo por seguro,
para inmolar mis
númenes en vano.
Otro el designio
fue. Hacia otras rutas
la quilla se
orientó de mi balandro.
Mas el hombre,
los años, la añagaza
silente de las
noches, el callado
chapotear del
tiempo en las cisternas,
el neblí
malherido de mis manos...
¿Y qué puede,
decidme, un hombre solo
contra el
incendio augusto de un ocaso?
Verdad es que por
veces el crepúsculo
alienta
pensamientos, voces, actos,
y uno quisiera
ser, no sé, haber sido,
cómo os diré,
nacer, vivir, ser algo,
escribir, no,
tampoco, tantas cosas
os quisiera
explicar, hay tanto y tanto
por recorrer,
quién sabe, todavía
podría ser,
quizás, aunque ya el carro
por la senda da
tumbos, pero a veces
el mayoral acude
con su látigo
y ah entonces, si
vieseis cuántas rutas
impensadas
frecuenta, no así en cambio
el hombre, de una
vez, estrella o río
sólo a un cauce,
a una vida destinado.
Pere Gimferrer, Tomo I
Cuando en la tarde aparezco en los espejos
Cuando yo y la tarde queríamos unirnos
Tristemente nos despedimos
Tristemente nos hablamos en el espejo que disuelve las imágenes
Quién soy entonces
Quizás por un momento
De verdad soy yo que me encuentro
Quién soy yo sino nadie
Alguien que quisiera pasarse los días y los días
Como un solo domingo
Mirando los últimos reflejos del sol en los vidrios
Mirando a un anciano que da de comer a las palomas
Y a los evangélicos que predican el fin del mundo
Cuando en la tarde no soy nadie
Entonces las cosas me reconocen
Soy de nuevo pequeño
Soy quien debiera ser
Y la niebla borra la cara de los relojes en los campanarios.
Jorge Teillier, Tomo
II
Antología Poética Hispano Chilena del siglo XX,
Tomo I y II. Ediciones Vitruvio, números 562 y 563 de la Colección Baños del
Carmen.
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